Es una dificultad significativa en lenguaje escrito y la lectura, independientemente de cualquier causa intelectual, cultural o emocional y que por lo tanto se da en personas con inteligencia normal.
Para entender qué ocurre en el cerebro de un niño con dislexia, conviene explicar de manera sencilla cómo funciona éste y cómo se lleva a cabo el proceso de la lectura:
El cerebro humano está formado por dos hemisferios (mitades), derecho e izquierdo, que está comunicados entre sí. Cada uno tiene unas funciones específicas. Así, el hemisferio izquierdo se ocupa de los procesos del lenguaje, mientras que el derecho se especializa en la información visual y espacial.
No solo se diferencian en las funciones, sino que no trabajan ni procesan la información de la misma manera, el hemisferio izquierdo procesa la información de forma secuencial, procesando unos datos tras otros, mientras que el derecho lo hace de forma simultánea, procesando muchos datos a la vez.
En la lectura, se combinan los dos tipos de estrategias para manejar la información por ambos hemisferios. Pero en los niños disléxicos, se produce una disfunción -un fallo- en el hemisferio izquierdo que afecta la velocidad de procesamiento e incapacita al niño para la percepción, cambios rápidos de estímulos, tanto en el área visual como auditiva.

La dislexia es un trastorno específico del aprendizaje, por lo que los síntomas cambian a medida que el niño crece, sus manifestaciones son muy variadas, se pueden ver afectadas funciones relacionadas con la memoria, el vocabulario, las áreas motrices y el habla.

Los síntomas se hacen evidentes entre los 6 y 11 años, algunos de ellos son:

o Inversión de letras, números y palabras.
o Confusion en el orden de las letras dentro de las palabras.
o Trasposicion de letras, cambia el orden e invierte números.
o Dificultad para conectar letras y sonidos y en descifrar palabras aprendidas.
o Presenta dificultad en la pronunciación de palabras, sustituyendo o invirtiendo sílabas.
o Confunde derecha e izquierda y escribe en espejo.
o Su coordinación motora es pobre, se confunde con facilidad y es propenso a accidentes (niños torpes).

A partir de los 12 años las manifestaciones mas comunes son las siguientes:

o Tiene problemas de concentración cuando lee o escribe.
o Falla en la memoria inmediata, no recordando lo leído por su dificultad con la comprensión de la lectura, el lenguaje escrito o las destrezas matemáticas.
o Interpreta mal la información, por su falta de comprensión de conceptos abstractos y porque lee mal.
o Muestra dificultades en organizar el espacio, sus materiales de trabajo, y sus pensamientos al escribir o al hablar.
o No logra planificar su tiempo ni tiene estrategias para terminar a tiempo sus tareas.
o Trabaja con lentitud y no se adapta a ambientes nuevos.
o No funcionan sus habilidades sociales y no logra hacer amigos ni entender las discusiones.
o Finalmente evita leer, escribir, las matemáticas y se bloquea emocionalmente.

Con esta patología también se relacionan la:
– Disgrafía: es la dificultad en la realización de la caligrafía.
– Discalculia: es la dificultad en la realización del cálculo matemático.