Disfonía (más conocido como Afonía)
El término correcto es disfonía, aunque empleamos más comúnmente afonía, este termino no es correcto. La disfonía es un término general que describe un cambio anormal de las cualidades de la voz: intensidad o volumen, tono o frecuencia de la vibración, timbre e individualidad, rendimiento vocal, y que puede estar producida por diversas causas.
Dependiendo de la etiología puede haber diferentes tipos de disfonías:
Tipos de disfonías
A) Funcionales:
Se da cuando no hay alteraciones estructurales de la laringe y la problemática se debe mas bien al mal uso y al abuso vocal, teniendo hábitos de higiene vocal incorrectos, como por ejemplo, hablar durante un largo periodo de tiempo, falta de hidratación, hablar a volúmenes elevados, carraspeos incesantes y nada funcionales, mala coordinación fono respiratoria y esfuerzo en las emisiones vocales. Nos podemos encontrar las siguientes patologías:
– Hiperfunción o Hipertónicas (excesivo tono muscular y esfuerzo al hablar)
– Hipofunción o Hipotónicas (bajo tono muscular con defecto de cierre)
– Disfonía pitiática
– Disfonía espástica
– Otras alteraciones del hábito fonatorio (uso incorrecto de la voz) que producen síntomas como: fatiga vocal, carraspeo, sensación de cuerpo extraño, tensión vocal, dolor al hablar, necesidad de aumentar el volumen de la voz, disfonía del fin de semana o del fin de día con recuperaciones transitorias.
B) Orgánicas:
La voz se produce por la vibración de las cuerdas vocales al pasar por ellas el aire expelido de los pulmones. Cuando existe un problema en las cuerdas vocales, esta vibración es defectuosa y la voz sale con alteraciones (voz ronca, rasposa, apagada, entrecortada, etc.). Este cambio de voz anormal se conoce como disfonía.
Cuando la disfonía funcional no se trata adecuadamente se convertirá en orgánica con la presencia de los nódulos y pólipos vocales, secundarios a mal uso vocal crónico.
Son también causantes de disfonía orgánica las alteraciones congénitas de las cuerdas vocales, las parálisis de cuerdas, patología toda que compromete al nervio recurrente.
Nos podemos encontrar las siguientes patologías:
– Nódulo/s de cuerdas vocales
– Pólipo/s de cuerdas vocales
– Quiste cordal
– Granuloma
– Parálisis recurrencial
– Distonía laríngea
– Tumor de cuerdas vocales
– Surco cordal
– Edema de Reinke
– Laringitis aguda y/o crónica
– Estenosis laríngea
– Leucoplasia
– Hematoma intracordal
– Queratosis
– Laringitis por reflujo
Hay ciertas Profesiones que entrañan riesgo de padecer una patología vocal, Las personas que trabajan o ejercen su profesión utilizando la voz como su principal herramienta se encuentran más expuestas a sufrir disfonías, como por ejemplo:
– Docentes
– Locutores
– Cantantes
– Empleados de call center, telefonistas…
– Curas u oradores
– Recepcionistas
– Profesionales de la voz (actores/ actrices, cantantes, monologuistas…)
La alteración es más probable cuanto mayor es la carga horaria en la tarea. Aquellas personas con hábitos fonatorios alterados también se encuentran más predispuestas a la disfonía. El reflujo gastroesofágico es un factor perjudicial que puede de por sí generar o agravar una disfonía. Los factores emocionales también influyen enormemente en la voz y tornan a la persona a presentar mayor vulnerabilidad.
Disfonía (Disfonía Psicógena)
Os dejamos unas pautas de higiene vocal, por si fuesen de vuestro interés.
¿En qué consiste el tratamiento?
Para cada causa existe un tratamiento específico. Las herramientas terapéuticas que más se utilizan son:
– Reposo vocal
– Rehabilitación Logopédica
– Tratamiento para el reflujo en caso de padecerlo
– Tratamiento quirúrgico endoscópico (microcirugía de laringe) en caso de ser necesaria
Pautas de Higiene Vocal
– No fumar. El humo contiene productos tóxico, produce irritación y altera la mucosa del aparato respiratorio haciéndola más espesa. El excesivo consumo de nicotina genera un aumento de las secreciones gástricas que inflaman la región de la faringe y la laringe.
– No abusar de las bebidas alcohólicas. Debido a su acción vasodilatadora, disminuye el rendimiento vocal.
– Moderar el consumo de café, té: producen ansiedad, irritabilidad, sequedad de las mucosas, trastornos gastrointestinales y alteraciones de los ritmos respiratorios y cardíaco.
– Evitar los condimentos y alimentos picantes, irritan la mucosa digestiva.
– No ingerir alimentos (sólidos-líquidos) a temperaturas extremas.
– Sueño: dormir en ambiente ventilado y la cantidad de horas necesarias.
– No abusar de la calefacción o del aire acondicionado: resecan las mucosas
-Evitar la ropa muy apretada al cuerpo, que no permite un correcto desplazamiento costodiafragmático.
– No hablar durante situaciones de esfuerzo físico.
– No utilizar intensidades vocales forzadas, no gritar, sobre todo en situaciones de enfado o estrés ya que las cuerdas vocales adquieren cierta rigidez y pueden lesionarse.
– No hablar a gran distancia, esta situación aumenta notablemente la tensión glótica.
– No competir con el ruido externo, en ambientes ruidosos,
– No hablar con el aire residual de los pulmones, esto exige un gran esfuerzo a nivel de la glotis.
– No efectuar el carraspeo brusco y sonoro, irrita los pliegues vocales, es probable que se produzcan lesiones.
– Ingiera diariamente 2 litros de líquido evitando las bebidas gaseosas.
– Beba mucha agua dos horas antes de un esfuerzo vocal prolongado o intenso, evitando las bebidas gaseosas. Este hábito colabora en la lubricación del aparato vocal.
– Evite el uso frecuente de auriculares a altas intensidades, produce un daño auditivo progresivo alterando el “autocontrol fonatorio”.
-Cuidar la postura, procurando estar erguido pero sin extender el cuello. Las malas posturas de la cabeza y cuello tensan las cuerdas vocales